Me he comprado un lápiz

Asignaturas pendientes: dícese de esos asuntos no resueltos o realizados todavía.
Para mí, una de ellas ha sido el dibujo. Me encantaría saber dibujar bien. ¡Pordiós! ¡Que yo dibujo un gato, y me da hasta vergüenza mirarlo!!
'Para aprender a dibujar, hay que dibujar', me repito como un mantra grabado en una placa, una de esas que tengo en mi balda de cosas a recordar, mirándome cada mañana cuando me levanto. 'Para aprender... para aprender...' ¿Y no hace falta tiempo? Ydigoyó... ¡un lápiz al menos!
Rebusco en mis cajones, y mis viejos "estadler" no me motivan. '¡Pobres inválidos necesitados de un sacapuntas...', me digo para justificar un mes más de pereza. Necesitaré papel, pero ninguno de los folios a estrenar parece querer mis vergüenzas con los gatos.
Y así, relegando tan interesante tarea, van pasando los años, meses, días y momentos... hasta que un día esa placa me devolvió un reflejo del Sol (¿o quizá de mi lámpara de estudio?)
"Hoy va a ser el día", me dije valientemente, "Hoy voy a empezar a dibujar". Y sin más, me fui a la papelería a comprarme un "lápiz" nuevo, de esos que le das un botón y mágicamente sale una puntita que no hay ni que afilar. Como soy un romántico, tuve que rendir honores a mis "viejos" amigos de madera.

Y, como soy un poco despistado, no he comprado el diámetro correcto...

14 de febrero, de 2013 - Imagen propiedad de Staedtler©

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