Giró su cabeza hacia el Oeste, y una imagen especialmente nítida del paso por donde había llegado le hizo olvidar todo el cansancio acumulado.
La mezcla de varios elementos le aturdió un poco, pero enseguida una serenidad sólo comparable al mejor ejercicio de relajación, se apoderó de su pecho.
Aun con la respiración todavía entrecortada, la sensación de calma era total. La podía sentir en la piel. Se alimentaba de ella... con los ojos, con la mente, con las yemas de los dedos...
Roca, aire, bosque, inmensidad, horizonte...
Muchos tópicos aprendidos en alguna parte, acudían a su cabeza para intentar describir todo aquello que percibía.
Belleza. Espacio. Infinito.
Querría congelar ese momento. Allí.
30 de marzo, de 2019 - Imagen propiedad de 'ChuChoo Arte'© tomada durante una ruta de Senderismo por los montes de Peguerinos
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